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viernes, 21 de diciembre de 2012

Dios Desconocido


Arte

¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos?(D'où venons nous? Que sommes nous? Où allons nous?) Paul Gauguin, 1897. Óleo sobre lienzo • Postimpresionismo 139,1 cm × 374,6 cm Museo de Bellas Artes de Boston, Boston, Estados Unidos.


Las tres preguntas son las típicas que un tahitiano, curioso y hospitalario, hace a un extraño que se encuentra por el camino: ¿quién eres? ((o vai ´oe?), ¿De dónde vienes? (nohea roa mai ´oe?), ¿Dónde vas? (te haere ´oe hea?). Seguramente a Gauguin le habían hecho a menudo estas tres preguntas, que las transforma en la primera personal del plural y hace una alegoría de la vida.

Conocimiento

Lucas 10:22 Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Jesucristo el único hombre que a dividido la historia en dos partes: Antes y Después de Jesucristo.






La Biblia (del griego τα βιβλία, ta biblía, ‘los libros’) es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. La canonicidad de cada libro varía dependiendo de la tradición adoptada. Según las religiones judía y cristiana, «transmite la palabra de Dios». La Biblia, o al menos parte de ella, se encuentra traducida a 2303 idiomas.

La Biblia es el libro más leído de todos los tiempos.




Ciencia e investigación

Diversos artículos de Visión mencionan los más recientes descubrimientos de algunos investigadores sobre cómo se reprograma el cerebro a sí mismo bajo ciertas condiciones. ¿Estos descubrimientos ofrecen alguna esperanza para campos de acción más amplios como el control de la ira y la depresión, el odio y el prejuicio racial? ¿Y será posible que el juego complejo de vías nerviosas que componen las identidades en conflicto pueda reprogramarse para lograr una cooperación? Un importante descubrimiento de la nueva investigación sobre el cerebro es que la conciencia despierta y autodirigida de un problema y el replanteamiento adecuado logran cambios físicos evidentes en los circuitos del cerebro.

Reflexionar acerca de quiénes somos abre el camino para resolver problemas basados en la identidad, pero eso es sólo un comienzo. Como señala el psicólogo Steven Pinker del Instituto Tecnológico de Massachussets, los nuevos descubrimientos en neurociencia explican “qué nos hace ser lo que somos”, pero también nos invitan a “preguntarnos quiénes queremos ser”. Es el “¿quién debería ser?” lo que descarta las convenientes autojustificaciones y racionalizaciones. Esta pregunta nos enfrenta cara a cara con lo que hacemos mal; nos obliga a abordar cuestiones morales y éticas. ¿Quiero lo mejor para mi prójimo? ¿Me preocupo por su bienestar tanto como por el mío?.

Mistica

EL PERGAMINO DE KRATO

Amor es un ingrediente sutil de la conciencia. Es capaz de mostrar el sentido profundo de la existencia.

Amor es la única "droga" legal.

Algunos buscan equivocadamente en el licor y otras drogas lo que produce el Amor.

Amor es lo más necesario de la vida.

Los sabios conocen el secreto y buscan sólo Amor. Los demás lo ignoran y por eso buscan lo externo.

¿Cómo obtener Amor?

Ninguna técnica sirve, porque Amor no es material. No está sometido a las leyes del pensamiento y la razón. Ellas están sometidas a Él.

Para obtener Amor, primero hay que saber que Amor no es un sentimiento, sinó un Ser. Amor es alguien, un Espíritu viviente y Real, que cuando despierta en nosotros llega la dicha, llega toda.

¿Cómo hacer que venga?

Primero hay que creer que existe (porque no se ve, sólo se siente) (algunos le dicen Dios) después hay que buscarlo en su morada íntima: el corazón.

No hay que llamarlo porque ya está en nosotros. No hay que pedirle que venga, sinó dejarle salir, liberarlo, entregarlo.

No se trata de pedir Amor, sino de dar Amor.

¿Cómo se obtiene Amor?

Dando Amor. Amando.

“No es bueno confundir lo imaginario con lo real”; sin embargo, Ami dijo: “Cada cual vive en el universo que es capaz de imaginar”. También me enseño: “lo que tu alma imagina, lo puedes y debes realizar, con esfuerzo, constancia y fe”.
En lugar de creer en un mundo regido por las armas, yo creo en un mundo regido por el amor, y si somos muchos los que soñamos el mismo sueño, es inevitable hacerlo realidad.

Escritor: Enrique Barrios
Hoy en día enfrentamos muchos problemas, algunos creados por nosotros con las discordias producidas a razón de la ideología, la religión, la raza, el status económico y otros factores. Ha llegado el momento de pensar en un nivel más profundo: en un nivel humano. (…) Todos tenemos el mismo derecho a ser felices porque pertenecemos a la misma familia”.
- Un buen corazón es la mejor religión

El Dalai Lama

Servidor:

Hermanos y Hermanas, propongo llevar a cabo un estudio de los libros antiguos especialmente los considerados sagrados, inspirados por Dios del Cristianismo, Islam, Judaísmo, Budismo, Hinduismo, Santería, Espiritismo, Gnosticismo, Ateísmo, Ciencias oficiales y tradicional , entre otros. Donde se  respetará a los religiones existentes o creencias, sus lideres, Seguidores o Adeptos, Culturas de los Pueblos.  El propósito de dicho estudio será llevarnos a la verdad y mejor compresión de nuestra existencia y del ser humano, antes es necesario que repasemos para hacer de dicho estudio una participación justa a todos los participantes de conceptos básicos para el entendimiento filosófico y científico de los temas a tratar, donde debemos para lograr un mejor análisis de lo abordado por tal motivo se hace necesario una serie de temas introductorios; tales como: Cosmovisión, Hermenéutica,  Sectas y Religiones, Filosofía, Cultura, Lideres religiosos y otros temas, que aparecerán en su momento por sugerencia de los miembros del Blog, lectores del Blog ó consideración del equipo de redacción. Esperemos que este viaje nos lleve a la comprensión de nuestra existencia, quitar vendas, desatar cadenas, cultivar la tolerancia, crecer en el amor al prójimo, colaborar por un mundo más justo y feliz, en fin vivir el Amor.   

Gracias por tú participación . . .

Todo en uno. ¡NO HAY PROBLEMA SIN SOLUCION¡.


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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Ateísmo


'A' escarlata, símbolo del movimiento ateo OUT Campaign de Richard Dawkins.
El ateísmo es, en un sentido amplio, la no creencia en deidades u otros seres sobrenaturales. En un sentido más estricto, el ateísmo es la posición que sostiene la inexistencia de deidades. Algunos la definen como una doctrina o posición que rechaza el teísmo, que en su forma más general es la creencia en la existencia de, al menos, una deidad.
En un sentido amplio podría incluirse dentro de la definición de ateísmo, tanto las personas ateas, quienes explicitan la no existencia de dioses, como aquellas que, sin creer en su existencia, no tienen evidencia ni convicción para su refutación. En un sentido estricto se excluyen a estos últimos, denominados agnósticos, de la definición de ateos. Los agnósticos rechazan reconocerse como ateos o ateístas ya que consideran inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia o simplemente irrelevante.1
El término ateísmo incluye a aquellas personas que declaran no creer en ningún dios ni fuerza ni espíritu divino. Según el historiador Francisco Díez de Velasco, ser ateo o negar la existencia de un dios o dioses no implica necesariamente no pertenecer a ninguna religión; existen religiones, como el budismo que niegan la existencia de dios2 o no mencionan la existencia de dios alguno y que, por consiguiente, son ateas o más correctamente no teístas.
Los postulados del ateísmo son contrarios a los que sostienen las creencias religiosas e implican una crítica a la religión.

Etimología

Etimológicamente el término proviene del adjetivo griego αθεος (atheós) , que significa ‘sin dios’ (en cualquiera de los dos sentidos, de no creer en uno o más dioses o de no venerarlos); siendo a la partícula negativa ‘no’ o ‘sin’; y theós: ‘dios’ (literalmente Zeus). Esta letra theta (θ Θ) griega se pronunciaba como la zeta de los españoles; justamente, en el alfabeto fonético la zeta española se representa con esa letra θ. En cambio, la dseda griega (ζ Ζ) se pronuncia como una mezcla de D con Z.
En el idioma inglés, el término atheism fue el resultado de la adopción del francés athéisme en 1587 aproximadamente, el cual a su vez proviene de athée. Posteriormente a la palabra ateísmo se crearon las palabras deísta (1621, en inglés) y teísta (1662, en inglés).

Uso histórico del término

El término ateo tuvo su primer uso en la Roma antigua, para designar a todo aquel que no creyera en los dioses del panteón romano, en particular a los cristianos.
A raíz de la confluencia de las religiones en el mundo, el sentido etimológico de la palabra tomó todo su significado para aplicarse a todos los dioses, ya que parecía injusto designar ateístas a quienes creían en cierto dios, razón por la cual el término se limitó a las personas que no creyesen en ningún dios. Actualmente ya no se usa el adjetivo ateo para designar a los que no creen en unos dioses aunque crean en otros.

Tipología anglosajona del ateísmo

La variedad de corrientes filosóficas ateístas hace difícil una categorización efectiva. A continuación se expone una categorización propuesta por los filósofos Antony Flew3 y Michael Martin.4

Ateísmo fuerte o positivo


Richard Dawkins.
Este ateísmo se caracteriza por la negación categórica de la existencia de dioses. En un principio se comenzó a argumentar en contra de la existencia de dioses, encontrando explicaciones sociológicas, psicológicas o históricas para el teísmo, distintas de la existencia de dioses. Con el desarrollo de la ciencia y del conocimiento humano, eran muchos los autores quienes denunciaban la irrelevancia de la creencia en deidades, siendo uno de los más importantes exponentes de esta denuncia el biólogo británico Richard Dawkins. Este es el caso de muchos autores marxistas y de autores como, Ludwig Feuerbach, Auguste Comte y Friedrich Nietzsche en el siglo XIX,5 y Daniel Dennett en el siglo XX y XXI. A menudo también parte del supuesto de que no se debe conceder visos de posibilidad a una proposición arbitraria como la existencia de un dios.

Ateísmo débil o negativo

Es la forma del ateísmo que se aproxima al agnosticismo. No es la afirmación de la inexistencia de deidades u otros seres sobrenaturales, sino la ausencia de creencia en los mismos. El marxismo -siguiendo a Kant en su Crítica de la Razón Pura- niega que la categoría de existencia se pueda aplicar a seres o entes ajenos a la experiencia.

Ateísmo y agnosticismo


Karl Marx.
Aunque formalmente se distingue entre agnosticismo y ateísmo, el primero equivale al segundo en la práctica, ya que constituye una negación por exclusión y tabú implícito. La práctica social en muchos países avanzados es de orden agnóstico, por confinamiento del teísmo en las conciencias y exclusión en la exterioridad, proclamando la cuestión religiosa como algo privado de cada ciudadano y no algo público.
El agnosticismo no niega explícitamente la existencia de los dioses, sino que niega únicamente el conocimiento de su existencia, y por esta razón, muchos ateístas no lo clasifican como ateo. Los agnósticos, al igual que muchos ateístas, a menudo argumentan que la carga de la prueba recae sobre quien afirma algo, y no sobre quien deja de creerlo. Por consiguiente, la negación de la existencia de dioses no requiere de una prueba tanto como lo requiere la afirmación de su existencia.
Agnosticismo fuerte
Esta forma de ateísmo agnóstico afirma que no sólo es desconocida la existencia de dioses, sino que es imposible de conocer, debido a lo sobrenatural e inalcanzable de la idea de éstos.
Agnosticismo débil
Estas personas afirman que a pesar de la falta de conocimiento sobre la existencia de dioses, no hay razón para pensar que este conocimiento sea inalcanzable. Este tipo de ateísmo se divide a su vez según se considere que el conocimiento sobre la existencia de dioses sea interesante.
Agnosticismo interesado
Es aquél que considera que el conocimiento sobre la existencia de dios es interesante y relevante.
Agnosticismo débil apático
Que considera que el conocimiento de la existencia de seres sobrenaturales no es interesante ni relevante. Esta forma de agnosticismo puede derivarse de razones filosóficas o de la mera indiferencia del individuo por lo sobrenatural.
Agnosticismo práctico
Es el más extendido de todos los formatos de agnosticismo y se caracteriza por un consenso implícito de inconveniencia o tabú para la cuestión la existencia de cualquier deidad o sus derivaciones. Su forma habitual es el confinamiento de esa cuestión al ámbito interior de la intimidad personal y la exclusión tácita de toda manifestación exterior, no sólo en las conductas, sino también en el mismo lenguaje, en el habla social.

Discusión teística

La discusión en torno a la existencia de deidades, ha sido siempre en torno de argumentos a favor o en contra de las mismas. En el contexto contemporáneo, y en Occidente, esta discusión suele centrarse en torno del Dios judeo-cristiano, sobre quien tratan la mayoría de las argumentaciones en el contexto antes mencionado:
Argumento del desacuerdo interreligioso
Es un argumento usado en las discusiones acerca de la existencia de un dios por parte de los defensores del ateísmo. Consiste en señalar las diferencias y las contradicciones entre las religiones, y consecuentemente señalar que no pueden ser todas ciertas. La principal conclusión siendo que todas las religiones son falsas, o simplemente negar el sincretismo, con los argumentos ya expuestos.
Argumento por la existencia del mal
Se conoce con este nombre al argumento con el que se pretende demostrar la inexistencia de un dios entendido en su forma judeo cristiana, al observar una contradicción entre dos de los elementos que se le atribuyen: la bondad, y la omnipotencia. Esto se hace señalando la existencia del mal en el mundo, y señalando que este mal sería contrario a la voluntad de un dios y que si ese dios fuera omnipotente acabaría con el mal y éste no existiría. Al no ser así, se demuestra que no puede existir ese dios bueno y omnipotente a la vez.
Argumento por pedido de demostración
Es el que desmiente la base epistemológica de la fe, argumentando que la carga de la prueba recae sobre quienes defienden cierta postura, en particular la existencia de deidades; y que en caso contrario, serían creíbles todas las cosas imaginables. Otra variante, la negación de la existencia de deidades basada en la ausencia de pruebas.

Historia del ateísmo

Baron d'Holbach.
Probablemente el ateísmo haya existido desde el origen de las creencias teístas, ya que es difícil que la totalidad de los miembros de una sociedad compartan su pensamiento religioso. A lo largo de la historia, las opiniones teístas ligadas a la religión han tenido generalmente una posición predominante en las sociedades. Los oponentes de estas posturas no han tenido siempre la oportunidad de expresar sus puntos de vista en público debido a fenómenos de "caza de brujas" o la terrible Inquisición en la Europa cristiana. Por eso en distintos momentos históricos, es raro encontrar puntos de vista ateístas en manuscritos u otros referentes históricos.

Antigüedad

Tiene relevancia la escuela Chárvaka, por el nombre de su fundador, una escuela surgida en la India en torno al siglo VI a. e. c., que defendía una interpretación filosóficamente ateísta y materialista del mundo, y cuya interpretación del origen de la religión y del papel del clero se parece a la del ateísmo occidental moderno. Enfrentada con posturas religiosas fuertemente organizadas, sus escritos fueron destruidos de manera sistemática y solo han sobrevivido fragmentos (especialmente del Barjaspatiá sutra) enmarcados en textos hostiles.
En la antigua Grecia vivieron filósofos supuestamente ateos o, más bien, agnósticos, que no aprobaban la religión que dominaba su sociedad. La mayoría tenía una postura materialista, según la cual todas las cosas son esencialmente materiales; incluso los fenómenos «espirituales» tendrían una base material, por lo que no sería necesario ningún dios. En el siglo V a. e. c., el término «ateo» adquirió un significado adicional, expresando una falta total de relación con los dioses; esto es, ‘negador de los dioses, incrédulo, irreligioso, antirreligioso, sacrílego’, con una connotación más parecida a nuestro término actual ‘impío’. Un término menos peyorativo en esa época era asebēs.
Los primeros filósofos en negar la existencia de los dioses tradicionales fueron algunos sofistas griegos, siendo el primero Protágoras6 (480-410 a. e. c.), quien fue exiliado de Atenas por ateísta, aunque en realidad su posición era escéptica o agnóstica respecto al tema religioso; también Diágoras de Melos y Critias. Otros filósofos griegos tuvieron un enfoque más práctico del ateísmo. Demócrito (460-370 a. e. c.), que fue el primero en pensar que la realidad estaba compuesta por átomos y vacío, pensaba que la inexistencia de los dioses se seguía de la existencia de mejores explicaciones para el mundo real, postulando su visión de un universo compuesto por átomos; en realidad, admitía la existencia de dioses "atómicos", lo cual se prueba porque tenemos imágenes de ellos (y sólo tenemos imágenes de lo que hemos experimentado a nivel sensible). Hubo otros materialistas como Epicuro (341-270 a. e. c.) y su seguidor romano Lucrecio (98-55 a. e. c.), que aunque no negaban explícitamente la existencia de las divinidades, sostenían que no tendrían ninguna interacción con las actividades humanas.
Como sustantivo abstracto, existía también atheotēs (‘ateísmo’). El escritor y político romano Cicerón (106-43 a. e. c.) transcribió atheós al latín atheus, palabra que tomó un significado ambivalente en el Imperio romano, en las discusiones entre cristianos y «paganos» (desde el siglo II de nuestra era); cada grupo atribuía el término athéoi al otro.

Edad Media

Durante la Edad Media en Europa el ateísmo filosófico o teórico (otra cosa es el indiferentismo práctico) fue un fenómeno socialmente minoritario limitado a personas singulares o a algunos grupos filosóficos.7 La metafísica, la religión y la teología habían sido añadidas al quadrivium como materias de enseñanza predominantes, y la enseñanza quedaba al cargo de la iglesia católica bajo la autoridad de los obispos.8 El cristianismo deja de ser perseguido a partir del siglo IV,9 con el Edicto de Milán, y en los tres últimos siglos de la Edad Media se produce una clericalización de la sociedad, en la que la iglesia organiza y fortalece todo el aparato administrativo, fiscal, judicial e intelectual. La Inquisición oficiaba para castigar y erradicar las herejías y la blasfemia (y la brujería), términos que incluían toda desviación del dogma que pudiera conllevar críticas o escepticismo frente a los preceptos religiosos dominantes, así como la creencia en otras doctrinas como el catarismo o religiones como el judaismo y el islam.10 Casi no se empleaba aún el término atheo o atheísta, quedando éstos difuminados entre las numerosas herejías que se extendieron por Europa occidental en ese periodo.

Del Renacimiento al siglo XIX

Mijaíl Bakunin.
El materialismo y la resistencia a la iglesia católica fue la marca del humanismo renacentista (1400-1500), que promovía la libertad de pensamiento y el desarrollo del escepticismo. La visión ateísta reaparece recién en algunos filósofos renacentistas, como Pietro Pomponazzi. Leonardo da Vinci se enfrentaba a las autoridades religiosas al sostener que la explicación sólo puede proceder de la experimentación. Otros pensadores como Nicolás Maquiavelo y François Rabelais formularon críticas hacia la religión y la Iglesia,11 y el pensamiento de Raimundo de Sabunde, traducido al francés y alabado por el filósofo Michel de Montaigne, marcó un paso decisivo en la vía del escepticismo.
Las palabras ateo y ateísmo empezaron a emplearse en francés a partir del siglo XVI, pero se hablaba entonces sobre todo de increencia.12
Durante la era de la Ilustración, en el siglo XVIII, el ateísmo tuvo una promoción importante (1688-1789), con el barón Paul d’Holbach y Julien Offray de La Mettrie. La situación empezó a liberalizarse hacia 1700. Entre otros, el filósofo y enciclopedista Denis Diderot afirmó que el mundo se podía explicar sin ninguna hipótesis divina. Los desarrollos de la física y la matemática condujeron también a abrir un debate acerca del determinismo, postura que en su momento fue considerada proateísta, como la del matemático Laplace (1749-1827).
El ateísmo aumentó sustancialmente en el siglo XIX, paralelamente al conocimiento del mundo natural y a la filosofía positivista. En este sentido cobró importancia la teoría de la evolución por selección natural de Charles Darwin, quien era un agnóstico, en cuanto a que ofreció una explicación del orden en la Naturaleza basada en un mecanismo natural e iba dejando menos parcela a la creencia. En esta época se desarrollaron los regímenes liberales, surgidos de los ideales de la Revolución francesa, que empezaron a garantizar la libertad de conciencia, dejando progresivamente de ser las posiciones ateístas, o simplemente heterodoxas, objeto de persecución.
El ateísmo fue desarrollado por filósofos de la izquierda hegeliana como Ludwig Feuerbach y se convirtió en un aspecto básico del materialismo dialéctico de los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels (quienes fundaron su opinión materialista en las de Demócrito y Epicuro), así como en el positivismo de Auguste Comte y el materialismo científico-natural de Félix Le Dantec. La defensa más radical del ateísmo fue desarrollada por los fundadores del anarquismo, más en concreto por Mijaíl Bakunin, que llamaba a la "destrucción" de la idea de "dios" en su obra Dios y el Estado:
Amantes y envidiosos de la libertad humana, y considerándola como la condición absoluta de todo lo que adoramos y respetamos en la humanidad, doy vuelta la frase de Voltaire y digo: si dios existiese realmente, habría que hacerlo desaparecer.
Max Stirner (seudónimo de Johann Kaspar Schmidt, contemporáneo de Marx) publica en 1844 El único y su propiedad, obra que será idolatrada y odiada, en la cual, con un ateísmo sin medias tintas critica a Feuerbach, Bauer y a los comunistas, hace tabla rasa de toda la filosofía precedente y de los fantasmas de la irracionalidad, propugnando un extremo individualismo y adoptando incluso el propio término egoísmo. Friedrich Nietzsche, importante filósofo nihilista, y gran crítico del cristianismo, estaba atraído a la obra de Stirner, tanto que temía ser acusado de plagio; en sus obras La gaya ciencia y Así habló Zaratustra hace explícita la frase 'Dios ha muerto'13 y en la obra El Anticristo expone la perversión que ha sufrido el cristianismo. También fue notable el pensamiento de Arthur Schopenhauer (1788-1860), que algunos definen como «el ateísmo de la desesperación».
Debe señalarse la importancia que el libro El origen de las especies de Charles Darwin (1809-1882) y la aceptación generalizada de la teoría de la evolución van a suponer para el cuestionamiento de la creación divina del hombre y de las distintas especies animales, una de las razones que justificaba satisfactoriamente la existencia de un dios, y el consecuente reforzamiento de posiciones tanto ateas o ateístas como agnósticas.

Siglo XX y XXI

Con el surgimiento de los estados socialistas, nacidos de la Revolución de octubre, el ateísmo pasó de ser una postura minoritaria a ser una política de Estado (ateísmo de estado). Principalmente en la Unión Soviética, y en los países firmantes del Pacto de Varsovia, el afán del estado por imponer el ateísmo materialista derivado del marxismo fue causa de persecución para las diversas religiones practicadas en esos países.
Contrapuestos a estos estados, la mayoría del resto de los países del mundo institucionalizaron la separación de la Iglesia y el Estado, declarando el estado laico, siendo los países árabes la principal excepción.
El siglo XX también vio enormes avances en la ciencia, y el ateísmo o el escepticismo se convirtieron en las posiciones más comunes entre los científicos y gente cultivada.
Notables pensadores ateístas del siglo XX son el novelista Albert Camus, la filósofa y novelista Ayn Rand, el filósofo Jean-Paul Sartre y el matemático y filósofo Bertrand Russell.
Con la caída del bloque socialista en los años 90 del siglo XX, las religiones en los antiguos países socialistas retomaron parte de su antigua importancia, si bien el ateísmo continúa siendo muy extendido en estos países.
Entre los siglos XX y XXI personas como Richard Dawkins (etólogo), Peter Atkins (químico), Sam Harris (escritor), Christopher Hitchens (escritor), Piergiorgio Odifreddi (matemático), Michel Onfray (filósofo), Pat Condell (escritor), Gustavo Bueno (filósofo) y Fernando Savater (filósofo)14 entre muchos otros, mantienen posiciones ateas más o menos activas, en defensa de la ciencia y el humanismo vitalista, frente a la intervención e influencia de las distintas iglesias y en defensa de los derechos de los ateos que consideran menoscabados.

Filosofía

Adhiriendo filosóficamente al idealismo o bien al materialismo, los ateos suelen tener en consecuencia una ética inmanente (en oposición por ejemplo a la ética trascendente cristiana basada filosóficamente en el sistema realista), es decir que no están lastrados con reglas morales absolutas asumiendo por el contrario posturas relativistas en la moral.
La diferencia fundamental entre la moralidad teísta y la ateísta, es que la primera emana de la autoridad divina, mientras que la segunda del humanismo, como producto de reflexiones personales y del respeto de las normas sociales.15

Una moralidad tradicionalmente discutida


Porcentaje de ciudadanos de países de la Unión Europea que respondieron «No creo que exista espíritu, dios o una fuerza vital» en la encuesta del Eurobarómetro de 2005.16
El teísmo condena por lo general al ateísmo como inmoral, por no aceptar el fundamento de la moral teísta: los mandatos morales de la divinidad. A esta condena los ateos argumentan que a menudo la moral humanista supera en racionalidad y lógica a la religiosa.
Algunos teístas consideran al ateísta incapaz de integrarse correctamente a la sociedad, por no someterse a los mismos principios morales que comparte la mayoría teísta, o incluso por el hecho de no creer; los ateos afirman que esta postura es fruto de una actitud intolerante y que la moralidad teísta no fue correctamente razonada. Los ateístas rechazan las acusaciones teístas, y consideran que su propia moralidad es de carácter generalmente racional, crítico y humanista, y que es más válida que la moralidad teísta por no estar basada en la simple obediencia y en tradiciones consideradas a menudo absurdas y en algunos casos hasta escandalizantes para la persona cultivada.17
Analizando una serie de estudios previos, en 2009 el sociólogo estadounidense Phil Zuckerman no sólo comenta que numerosos autores señalan que los ateos tienen un sentido de la moralidad y de la justicia social tan definido como los creyentes, sino que afirma que los ateos y los partidarios de la laicidad tienen un sentido más profundo y más ético de la justicia social.18 19 En los Estados Unidos, los estados con mayor porcentaje de ateos tienen una tasa de criminalidad más baja, mientras que se cometen más crímenes y delitos en los estados donde la fe religiosa es más extendida.18 Según los estudios citados, los ateos se muestran más tolerantes hacia las mujeres y los homosexuales, son menos racistas y tienen menos casos de maltrato a los niños y una menor población reclusa.19 Por otra parte, el ateísmo y el laicismo coinciden con niveles de estudios más altos.

Estadísticas

Artículo principal: Demografía del ateísmo
Porcentaje de ateos y agnósticos en el mundo en 2007.20
En términos mundiales, si existen ateos y agnósticos en todos los países del mundo, su número es más reducido en países pobres y menos desarrollados que en los países ricos e industrializados.21 22
En 1914, James H. Leuba publicó que el 58% de 1.000 científicos estadounidenses expresaron «escepticismo o duda en la existencia del dios judeo-cristiano». El estudio se repitió en 1996, y produjo un porcentaje similar de 61 %. En cambio entre los científicos de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ese número es de 93 % (según la revista Nature, n.º 386, pág. 435-436).
Según el Britannica Book of Year, en 1994 en el mundo había 1.154 millones de ateístas y agnósticos. La World Christian Encyclopedia anunció que en el año 2000 había 262 millones de ateístas y 1.071 millones de agnósticos.
Según la obra de J. Baubérot (dir.) Religion et laïcité dans l'Europe (‘religión y laicismo en Europa’) un cuarto de la población europea sería «no religiosa». El 5% de los europeos serían ateístas convencidos.
La edición del Eurobarómetro de febrero de 2005 revela que para el conjunto de la Unión Europea (incluidos países en trámite de incorporación) un 18% de la población elige la opción «no creo que exista ningún espíritu, Dios o fuerza vital», frente al 52% que cree que existe un dios, y 27% que cree que existe «alguna clase de espíritu o fuerza vital» (ver mapa). En un extremo se sitúan los franceses, con un 33% de ateístas, los checos, con un 30% o belgas y holandeses con un 27%. En el opuesto están Polonia, Irlanda o Rumania. Se muestran además diferencias por sexos, clases de edad, orientación política y nivel cultural, siendo las mujeres, los mayores, los que se consideran de derechas y los formalmente menos instruidos los que en mayor porcentaje declaran creer en Dios.
En España, los resultados del Publiscopio anual sobre creencias realizado en 2010 indican que 26,2% de los jóvenes españoles (entre 18 y 29 años) se declaran no creyentes o ateos, representando estos últimos 13% del total. Para el conjunto de la población española, 9,9% se declaran ateos y 10,4% no creyentes, a saber un total de 20,3%, y 25% no creen que exista Dios.23

domingo, 11 de diciembre de 2011

Marcionismo

Se denomina marcionismo a una de las primeras herejías del cristianismo. Toma su nombre de su principal creador, el teólogo y exitoso comerciante Marción (85-150 d. C.).

Marción

Nacido en Sinope, en Asia Menor (hoy Sinop, Turquía), hijo de un obispo que fue excomulgado, Marción prosperó como comerciante y naviero. Viajó a Roma entre 135 y 140 d.C. buscando ser nombrado dignatario de la Iglesia, sin lograrlo.
Fue excomulgado por hereje en 144 de nuestra era. En el momento de su muerte (150) había logrado exitosamente el primer cisma del Cristianismo, cuyos efectos se prolongarían hasta el siglo III. Elaboró la primera gran herejía cristiana y redactó el primer canon del Nuevo Testamento, sistemáticamente organizado conforme a su propio dogma. A pesar de que suele atribuírsele el carácter de “gnóstico” nunca tuvo ese carácter, no obstante su cercanía, antes de elaborar su propio cuerpo doctrinal, con la herejía Docética.
Este primer canon de "su nuevo testamento", ayudó a la iglesia cristiana del segundo siglo a motivarse rápidamente para preparar el canon auténtico de los libros del Nuevo Testamento. Hasta entonces se leía el Antiguo Testamento, porciones del Nuevo Testamento y cartas del apóstol Pablo en las congregaciones, pero no había un canon del Nuevo Testamento como tal.

Orígenes

En su época, siglo II, Roma es la ciudad más importante del mundo, centro del poder, del comercio, de la cultura, es habitada por personas que provienen de todas partes de Europa, del Norte de África y de Asia Menor, Durante la primera mitad de este siglo el Cristianismo se encuentra unido, tiene como símbolo principal al pez, todavía no han conquistado para su fe el carácter de religión oficial del Imperio y aún son una secta más, pero es la más activa: tiene adeptos en todos los estratos de la sociedad, incluso entre los patricios. El Emperador Tito Elio Adriano Antonino prohíbe la persecución de cristianos y en la primera parte de este siglo se inicia la costumbre de enterrar en el subsuelo a los muertos en “las catacumbas”, es la época de los más grandes “gnósticos”, Valentín y Basílides, este último vive en Alejandría.
Roma disfruta de un largo período de prosperidad y de respeto a los cultos religiosos, lo cual permite el florecimiento del cristianismo y su consecuente organización como la Iglesia católica y es precisamente en ese momento cuando Marción llega a la capital del imperio, con el propósito de obtener una archidiócesis y para ello dispone de 200.000 sextercios, sin embargo no logra su cometido y es entonces que decide organizar su propia iglesia, cosa que logra con éxito, además de que organiza su cuerpo doctrinal y publica su versión revisada del Nuevo Testamento.
El Nuevo Testamento, hasta antes de Marción circulaba en Roma fragmentado en cartas, algunas apócrifas, sin que existiera un canón respecto a ellas.
La extraordinaria idea de publicar su propio Nuevo Testamento y separarse del cuerpo principal, obligó al cristianismo a organizarse bajo el esquema de Iglesia Católica, a revisar y a establecer su propio canon del Nuevo Testamento.

Doctrina

A pesar de que no existe ninguna duda de que Marción escribió al menos dos obras muy importantes, “Los Evangelios” y “Antítesis” ambas se han perdido, sin embargo gracias a Tertuliano, su más devoto impugnador es posible reconstruir las enseñanzas de Marción.
El primer aspecto relevante es que Marción distingue y separa como cosas totalmente diferentes al Dios Creador del Antiguo Testamento, Yahvé, del Dios verdadero, Padre, capaz de encarnar a un hijo hombre, Cristo conforme al Nuevo Testamento y concluye que ambas religiones son paralelas y que tienen por única conexión a la geografía.
El primer paso en la lógica de Marción, fue desterrar del cristianismo al Antiguo Testamento y de inmediato agregar que el Mesías al que se refiere el Antiguo Testamento no es Cristo, que aún no se ha cumplido esa profecía y que cuando ocurra, si llegara a ocurrir, el Mesías del Antiguo Testamento se llamará Emmanuel y no Jesús.
Emmanuel, el Mesías judío estaría destinado de manera exclusiva al pueblo judío y sólo tendría prosélitos entre estos, los descendientes de David, además contra él se levantarán los pueblos y los imperios y él responderá bélicamente, insiste Marción: este Mesías no ha llegado ni se ha cumplido esa profecía con Cristo, ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento.
En este punto Marción dice que sólo Pablo logró entender a Cristo, razón por la cual tuvo profundas diferencias con Pedro quien no comprendió las enseñanzas de Cristo y junto con los demás apóstoles trató de conservar el cristianismo como una secta judaica, cosa que finalmente debe ser resuelta separando con nitidez y de manera definitiva ambas religiones, ambos testamentos, ambos dioses, para lo cual no sólo rechazó el Antiguo Testamento, sino que procedió a rechazar todos los elementos del Nuevo Testamento que consideraba judíos. Para lograrlo, de todas las Escrituras escogió el Evangelio de Lucas, excluyendo los relatos sobre el nacimiento de Cristo por considerarlos citas de la Biblia judía, y revisa minuciosamente y acepta como verdaderas sólo diez de las cartas de Pablo por considerarlas exentas de judaísmo (1ª y 2ª de Gálatas, Corintios, Romanos, 1ª y 2ª de Tesalonicenses, Efesios, Colosences, Filipenses y Filemón), rechazando las otras cuatro (1ª y 2ª Timoteo, Hebreos y Tito).
De esta manera Marción es el primer cristiano que establece un canon preciso, una estricta delimitación del Nuevo Testamento aceptado y verdadero, lo cual constituye un poderoso instrumento religioso en esa época y a la postre obliga a la Iglesia Católica a seguir por ese mismo camino y a formular el Nuevo Testamento que duraría sin modificaciones hasta la Reforma Protestante.
Posteriormente escribió la “Antítesis” que es un análisis de las contradicciones entre el cristianismo, el Dios Padre del Nuevo Testamento y el judaísmo y el Dios Creador del Antiguo Testamento.

Las Antítesis

La siguiente es una reconstrucción de las Antítesis de Marción:
  • El Dios del Nuevo Testamento es desconocido: «Nadie conoce al Padre, sino el Hijo», mientras que el Dios del Antiguo Testamento es conocido por Adán y por los demás impíos.
  • Cristo conocía lo que hay en el corazón del Hombre; el Creador pregunta a Adán: ¿dónde estas?.
  • Cristo era bueno con los ciegos, que David había mandado matar
  • Cristo da vista a los ciegos, mientras el Creador no cura la ceguera de Isaac.
  • Moisés se impone como juez entre sus hermanos que pelean. Cuando a Jesús le piden que resuelva una disputa, él se niega.
  • Los israelitas salieron bien equipados de Egipto después de despojar a los egipcios por orden del Creador. Cristo manda a predicar a sus discípulos «sin nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno».
  • El Creador legisla «ojo por ojo, y diente por diente»; el Hijo del Dios Supremo dice «si te pegan en una mejilla, presenta la otra».
  • La Ley declara que si uno toma un vestido ajeno, el culpable pagará el doble; Cristo declara «al que te quite el manto, no le niegues la túnica»
  • El Creador envía fuego sobre los enemigos de Eliseo; Jesús reprende a los discípulos que le piden que envíe fuego.
  • El Creador envía los osos que devoran a 42 niños que se habían burlado de Eliseo; Cristo dice a sus discípulos «dejad que los niños vengan a mí».
  • El Creador sanó sólo un leproso por medio de Eliseo, cuando en Israel habían muchos, y para ello necesitó que se lavara en agua siete veces; el Hijo del Dios Supremo sanó a diez, con su sola palabra, e inmediatamente; por otra parte, el que regresa glorificando a Dios no cumple la Ley.
  • El profeta del Creador dice «que no oigan los que tienen oídos»; Cristo dice «el que tenga oídos, que oiga».
  • La Ley dice «Maldito el que está colgado de un madero»; Cristo fue colgado en un madero.
  • El Cristo judío vendrá sólo para Israel; el Cristo de Dios viene para todos los pueblos de la tierra.
  • El Dios bueno es bueno ante todos; el Creador se preocupa sólo de los que le pertenecen. El Bueno salva a los que creen en Él, pero no castiga al resto; el Creador salva sus fieles y castiga al resto.
  • La maldición es la característica de la Ley; la bendición caracteriza al Evangelio.
  • En la Ley, el Creador ha dicho: «Yo hago al rico y al pobre»; pero Cristo sólo llama bienaventurado al pobre.
  • En la Ley se le da la fortuna a los ricos y la desgracia a los pobres; en el Evangelio es al revés.
  • La ley manda amar al prójimo y odiar al enemigo; pero es necesario amar a los enemigos.
  • El Creador ha establecido el Sábado, que Cristo no ha observado.
  • La Ley prohíbe tocar a una mujer con flujos de sangre; el Cristo de Dios no sólo la toca sino que la sana.
Su rechazo al Dios del Antiguo Testamento suponía también un rechazo de su obra: la Creación; por lo que predicaba que la materia y el cuerpo eran en esencia malos. Basándose en este principio doctrinal predicó que Jesús no se encarnó jamás, que su cuerpo fue sólo apariencia, por lo que negaba la encarnación del Verbo, así como la resurrección de los muertos. A pesar de negar la corporalidad de Jesús, afirmaba que su sufrimiento y muerte fueron reales en cierta medida.
Asimismo la negación de la encarnación suponía para Marción que Jesús no era hijo de José ni de María, para lo cual se basaba en Lucas 8, 21: “Mas Él respondió: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica”.

La influencia docética en el rito marcionita

Influido por la herejía docética y por el platonismo, Marción considera que la carnalidad es corrupta, o un simple reflejo de la realidad, por ello ordena la abstinencia carnal, rechaza el placer en cualquier forma, obligando a los creyentes de su Iglesia a una vida de pobreza y privación extrema, la cual fue parte importante para el fin de esta herejía, pues incluso se opuso al placer sexual dentro del matrimonio.
En lógica con lo anterior y no obstante que el rito de la Iglesia marcionita copiaba el rito católico, difería en la pobreza de los hábitos y en que, en lugar del vino se utilizaba agua, pues la asociación del vino con la sangre era contraria con la parte gnóstica que influyó en menor grado, pero que definitivamente se aprecia en estos dos aspectos del ritual.